Esta parejita calentona no pudo aguantarse….
es que, cuando la “calentura” invade el cuerpo, las ganas de devorar se vuelven insoportables, incontrolables… y sencillamente hay dejarse llevar, sin importar el lugar donde te encuentres.
Todo se vuelve más emocionante si hay que hacerlo en un lugar poco común, por ejemplo un carro.
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