CARTA ABIERTA DEL CORONEL PLAZAS VEGA A ANTANAS MOCKUS
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Hoy a las 18:18
Respetado Profesor Mockus:
Yo estoy seguro que Ud. no es débil. Algo más grave, Ud. es irresponsable con los colombianos. En el más reciente debate en el cual se enfrentó a su opositor Juan Manuel Santos Ud. dijo que a mi me debían hacer un monumento por haber salvado el sistema democrático, pero que estaba bien condenado por haber desaparecido a unos civiles. Eso no solo demuestra su desinformación en temas tan delicados, sino su irresponsabilidad al tomar partido en un proceso que no ha terminado.
Y demuestra poca inteligencia, porque Ud. a mi no me conoce. Si Ud. cree que se conoce a una persona porque compra el pan en la misma panadería, está perdido.
Pero además falta a la verdad cuando dice que me conoció porque comprabamos el pan en la misma panadería en Quinta Paredes. Profesor Mockus, yo nunca he vivido en Quinta Paredes. Y no es por machista sino por que siempre he madrugado a mi trabajo que yo no compro el pan del desayuno. Lo compra mi mujer. De modo que no está bien que Ud. le diga a los colombianos, en un debate tan importante, cosas que no son ciertas.
Pero bueno. Eso del pan es inocuo. Lo grave es que Ud. me está condenando por un delito que no he cometido. Eso me dolió mucho, por tratarse de un candidato presidencial hablando a la nación entera, y también de un colega mío, porque yo también soy profesor universitario, y por muchos años. Y ud. sabe que uno tiene que preparar las clases, para no quedar mal con los alumnos al comunicarles algo que no es cierto.
Muy mal le fue en ese debate en materia electoral, profesor Mockus, a mi modo de ver. Porque si bien es cierto que a mi me dolió su expresión irresponsable sobre mi caso, cuando Ud. no me conoce, porque yo no soy el señor de Quinta Paredes que Ud. se imagina que soy, también es cierto que los que si me conocen que son muchos, ya no van a votar por Ud. y se lo compruebo con el documento que le anexo en el cual por primera vez en la historia reciente del pais, todas las organizaciones de militares retirados y sus familias se han manifestado a mi favor, en el caso de la condena que se me impone por un delito que no solo no cometí, sino que no tengo nada que ver con el tema de desaparecidos.
También percibo, Profesor Mockus que de milicia sabe bastante poco. Soy la víctima propiciatoria de un complot del M-19 y el narcotráfico infiltrado en la rama judicial, que me está echando la culpa de los crímenes por ellos cometidos en los hechos del Palacio de Justicia. Se lo puedo comprobar.
Cómo me gustaría profesor que Ud. se interesara en conocer el tema del Palacio de Justicia. Lo invito a leer el Diario Oficial Número 37509 de fecha 17 de junio de 1986, donde se hallan las conclusiones de la Investigación adelantada sobre esos luctuosos hechos. En particular le recomiendo las páginas: 49 bajo el título:los desaparecidos; la 61 donde aparece la conclusión decimo séptima también sobre los desaparecidos. La 59 que contiene la conclusión décima, sobre el trato dado a los rescatados por el Ejército Nacional.
Si Ud. conociera la forma como se adelantó el proceso contra el suscrito estaría escandalizado, como lo está el pais entero, y Ud. no se ha dado cuenta.
Finalmente le manifiesto que yo no busco monumentos. Ni los busqué cuando me jugue la vida por rescatar por lo menos 260 personas que me premian con su gratitud. Ni los busqué cuando le quité mas de dos billones de pesos en bienes mal habidos a los narcotraficantes como Director de la DNE, sin que esa institución hubiera perdido un solo peso. Cuando recibí un FRISCO, institución que creo que Ud. debe conocer con 100 millones de pesos y lo entregué con seicientos mil millones de pesos. Con ese dato Ud como matemático podrá entender la dimensión de mi tarea.
Por eso me sacaron como me sacaron de la DNE los criminales de este pais mediante un debate muy publicitado para calumniarme, y sin ninguna noticia cuando fuí absuelto de todos los cargos. Averigue Profesor con mis funcionarios de la DNE como se manejaron durante mi gestión billones de pesos, no de ciudadanos comunes y corrientes que eso lo conoce Ud. muy bien, sino de narcotraficantes con la maldad y todo el poder que tienen, sin dejarse sobornar, sin dejarse engañar y sin dejarse halagar.
Claro que agradezco las condecoraciones y distinciones que me pusieron por mi labor contra el crimen organizado. Fueron trece durante mi cargo en la DNE ya en traje de civil, entre ellas la de la INTERPOL. Pero no lo hice detrás de las vanidades, sino de la salud de la patria, que los militares sentimos en lo mas profundo del ser, y que yo no se si Ud. lo entienda.
Es que cuando mis ancestros, entre ellos tres suboficiales que lucharon en las guerras de independencia a órdenes del Libertador Simón Bolívar, caían todos en combate; los suyos muy respetables, desde luego, hacían patria seguramente, pero en Lituania.
Obviamente Juan Manuel Santos si conoce y a profundidad el tema del Palacio de Justicia, toda vez que fue mi apoyo en la publicación de mi libro sobre esos acontecimientos tan dolorosos, que primero revisó cuidadosamente, y luego fue publicado por Intermedio Editores. Claro que Juan Manuel Santos me conoce cuando se implanto el sistema SIDUNEA, que Ud. seguramente conoce muy bien, para la moralización y sistematización del sistema aduanero, previo a la unificación del mecanismo de impuestos con el mecanismo de aduanas, la eliminación del resguardo nacional tan corrupto y deprestigiado, y la creación de lo que hoy es la DIAN. Santos era el Ministro de Comercio y yo era el gerente de Consimex, una empresa que yo mismo organicé y gerencié, para el desaduanamiento de la carga de importación en forma sistematizada y honorable, con las cinco mayores empresas aduaneras de Colombia. Claro que Juan Manuel Santos me conoce cuando en mi condición de Ministro Plenipotenciario en Sudafrica tuve que recibirlo en el aeropuerto de Johanesburgo para conducirlo a Pretoria, donde daría el discurso de inauguración ante los mas importantes líderes del mundo de la Novena Conferencia de la UNCTAD de la cual él era Presidente, y en la cual yo era uno de los miembros de la delegación colombiana. Claro que Juan Manuel Santos me conoce porque me invitó a participar en un trabajo de integración de tres días en Paipa, en el cual se analizaron los temas nacionales bajo el entrenamiento del trabajo en equipo para la Fundación Buen Gobierno. Y por eso su posición fue prudente en mi caso, cuando se habló del Palacio de Justicia. No podía defenderme, aunque hubiera podido hacerlo porque me conocía, porque hay que esperar a que el proceso termine. Y siendo un proceso político, con interferencia de la izquierda internacional y el narcotráfico tan afincados en algunos sectores de la justicia colombiana, seguramente se va a tardar mucho tiempo. Ud. en cambio, sin concerme me condenó. Esta eso bien hecho Profesor Mockus? Es eso honrado?
En el documento que le anexo, profesor Mockus, Ud. percibirá el dolor que aqueja a los militares, por mi condena. Si yo fuera un pillo, o si la condena fuera justa, ni los militares activos, ni los retirados, ni el Gobierno, ni tantos sectores de la población colombiana hubieran salido en mi defensa. Nadie se quema las manos por un delincuente.
En medio de mi molestia, mi dolor y mi inconformidad, le reitero mi respeto.
Luis Alfonso Plazas Vega.
Coronel del Ejército Nacional y honorario del Estado de Kentucky (USA)
Diplomado en Estado Mayor ( Colombia 1981, Estados Unidos 1984, España 1990)
Historiador (miembro de la Academia Colombiana de Historia, Sociedad Bolivariana de Colombia, Academia de Historia de Boyacá, Academia de Historia Militar, Instituto Sanmartiniano de Colombia)
Administrador de Empresas (U. América, especializado en Adm. Pública ESAP))
Diplomando en Alta gerencia
Diplomado en Altos Estudios Internacionales (Consejo Superior de Investigaciones cientídficas, Madrid España)
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