Echaba uno de sus banales y soporíferos discursos a casi un millón de Venezolanos un sábado cuando, de pronto, se aparece Jesucristo bajando lentamente del cielo.
Cuando llega al lado de Chavez le dice algo al oído, entonces Chavez dirigiéndose a la multitud, dice:
"Atiendan compañeros, nuestro Señor Jesucristo quiere decirles algo"
Jesucristo se dirige a la tribuna y tomando el micrófono en sus manos dice: -"Pueblo de Venezuela, este grandísimo hombre, el mejor presidente de la Democracia, ¿no les ha dado siempre la verdad y toda la verdad igual que hice yo?"
Los seguidores Chavistas responden: -
Sííííííííííííííííííííííííííííííííííííí...
-¿No es cierto que así como yo multipliqué el pan y los peces para dar de comer a todos, este hombre está revolucionando el mundo laboral, creando más puestos de trabajo para que ustedes pudieran ganar su pan?"
Los seguidores Chavistas responden: -
"Síííííííííííííííííííííííííííííííííííí...
-¿No ha mejorado durante su mandato la sanidad pública para curar las enfermedades como yo curé?"
Los seguidores Chavistas gritan: -
"Síííííííííííííííííííííííííííííííííííí...
-"¿No ha sido traicionado por la oposición mentirosa, antidemocrática y antipatriotica como yo lo fuí por Judas?"
Ya incontrolables, frenéticos, proximos al paroxismo los seguidores Chavistas vuelven a corear: -
"Síííííííííííííííííííííííííííííííííííí...
- "Entonces, ¿qué están esperando para crucificarlo?
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