STROKE IDENTIFICATION (identificación del derrame)
Dice un neurólogo que si le llevan una víctima de derrame dentro de
las primeras tres horas, el puede revertir los efectos del derrame
-totalmente. El dijo que la clave es tener el derrame reconocido,
diagnosticado y recibir el tratamiento médico correspondiente dentro
de las tres horas siguientes, lo cual es difícil.
A menudo, los síntomas de un derrame son difíciles de identificar.
Desafortunadamente, la falta de estar atentos llama al desastre. La
víctima del derrame puede sufrir daño severo cerebral cuando las
personas que lo han presenciado fallan en reconocer los síntomas de
un derrame.
Ahora, los médicos dicen que un testigo cualquiera puede reconocer un
derrame haciéndole a la víctima estas tres simples preguntas:
Derrame: Recuerde las tres primeras letras..... S.T.R.
S *Pídale que SONRIA.
T *Pídale a la persona que HABLE o DIGA UNA SIMPLE FRASE (Coherentemente)
(i.e. El día de hoy está soleado)
R *Pídale a él o a élla que levante AMBOS BRAZOS.
Si él o élla tienen problema en realizar CUALQUIERA de estas tareas,
llame a emergencia immediatamente y descríbale los síntomas al
despachador.
NOTA: Otra señal de derrame es ésta: Pídale a la persona que saque su
lengua.. Si la lengua está torcida y se le sale por un lado o por el
otro, es también una señal de derrame.
jueves, abril 30, 2009
lunes, abril 27, 2009
jueves, abril 23, 2009
BREVE RESUMEN DEL PAÍS COLOMBIA: BOCETO PARA UN RETRATO
Por: Héctor Abad Faciolince
Una revista mexicana les pidió a varios escritores del mundo que hicieran un breve retrato de su país. Héctor Abad Faciolince hizo uno sobre Colombia.
Colombia me parece un buen resumen del mundo. Una élite prevalentemente blanca en el color de la piel, que constituye un poco menos del 10% de la población total, que vive en los climas más fríos y ocupa las tierras más fértiles, es dueña del 80% de la riqueza general (las minas, la agricultura, el ganado, los bancos, las industrias) y controla el poder político.
Otro 40% de la población, un poco más oscura en su aspecto exterior, trabaja duramente, más que para llegar a ser élite, para no caer en la pobreza del otro 50% de la población, que vive en las tierras más cálidas y menos fértiles o en las partes más duras de las ciudades, que es negra, india, mulata o mestiza, y que nunca está del todo segura de poder comer o de tener agua limpia al día siguiente.
El primer mundo desarrollado (espejo de Europa, Estados Unidos y algunas partes del Lejano Oriente) está representado por esa élite de piel clara, que se aprovecha de las materias primas y de la mano de obra barata del resto del país. Viven bien, comen bien, estudian en los mejores centros, tienen excelentes hospitales y se mueren de viejos.
La clase media, los pequeños empleados, algunos obreros con buenos contratos, son el espejo de los países emergentes como México o Brasil. El 50% de los pobres que apenas sobreviven, se parecen a África, a las regiones y naciones más pobres de Oriente, y también, por supuesto, a la misma América Latina menos desarrollada.
Así es el mundo, y Colombia se parece mucho al mundo, en tamaño pequeño. Recorrer Colombia es una bonita experiencia sociológica: si uno empieza por el Norte, en el desierto de La Guajira, podrá visitar la mezquita de Maicao, comer quibbes como los del Líbano, ver mujeres de origen árabe con velo musulmán y hasta deleitarse al postre con las waclavas de miel y frutos secos. Si atraviesa las fértiles llanuras de Córdoba, Bolívar y Sucre, encontrará inmensos hatos de ganado Brahman, traído de la India hace más de un siglo, con sus morros henchidos de grasa y carne, y con la parsimonia envidiable de las vacas sagradas.
Si se trepa por la cordillera de los Andes encontrará valles alpinos con ganado Holstein o Jersey, como en Suiza, Inglaterra o Canadá, e incluso campesinos de ojos azules que ordeñan las vacas y hacen queso en las montañas de Antioquia. Si se hunde en las selvas del Chocó podrá sentirse en África de repente, con unos negros grandes y dulces que llevan la música por dentro y la pobreza por fuera, aunque con gran dignidad. Si se atreve a internarse en las selvas amazónicas, se sentirá en partes del Brasil, con ríos inmensos y parsimoniosos, árboles innumerables, calor intenso y bichos raros. Si va a los departamentos del Cauca y Nariño, en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, con indios que vienen de ramas remotas de la familia quechua, cuyo imperio se extendió hasta allí, pero que hablan lenguas locales que Evo Morales no entendería.
Y en este viaje imaginario encontrará también, por supuesto, aquello que se considera más típicamente colombiano: plátanos y yuca en tierra caliente, cafetales y pájaros en tierra templada, campos petroleros y minas de oro y carbón explotadas en general por inmensas transnacionales europeas o norteamericanas, plantaciones de mata de coca con mafiosos que matan por defender las rutas de su cocaína, guerrilleros salvajes que secuestran y extorsionan, paramilitares sanguinarios como nazis, un Ejército que no pocas veces comete crímenes tan horrendos como los de los grupos ilegales, y un Estado que, según se acerque o se aleje de las grandes capitales, es capaz de controlar o no el territorio de la nación.
¿Qué nos falta en esta rápida descripción geográfica del país? Dos largas costas, la del mar Caribe y la del océano Pacífico, entre delfines y playas coralinas, hasta tibias bahías escogidas por las ballenas que van y vienen de los polos para hacer ahí, en el centro de su recorrido, esos ruidosos y salvajes apareamientos que los humanos llaman el amor.
Algún puerto industrial, como Barranquilla, donde judíos y árabes conviven y compiten por el comercio; una ciudad de belleza legendaria, Cartagena de Indias, en donde el centro se parece a Andalucía y la periferia a Bangladesh; y por último el puerto más feo de todo el océano Pacífico, Buenaventura, en donde la ventura está siempre al borde de convertirse en desventura.
Colombia es también, como el mundo, un país de ciudades en el que la mayoría de la gente vive en humeantes conglomerados urbanos acromegálicos y no en el campo. Lo distinto estriba en que, a diferencia de la mayoría de los países de Hispanoamérica, la capital del país, Bogotá, no se roba la casi totalidad de la población urbana, sino que pululan las ciudades con más de un millón de habitantes: Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira, Cartagena, Manizales. Salvo los puertos, la mayoría de estas ciudades (y por ende de la población del país) está en las cordilleras, en altos valles o en altísimos altiplanos.
El motivo es muy simple: el clima duro del trópico, la humedad y los insectos de las tierras bajas se soporta mucho mejor en la altitud de las montañas. Por eso tenemos un país muy extenso, pero al mismo tiempo muy densamente poblado en la cordillera y casi desierto en las llanuras y en las selvas. El 98% de los colombianos hablamos en castellano.
Las variedades de nuestro español dependen de si estamos cerca del mar, de cara al mundo, o aislados en las montañas, pero en general podría decirse que, quizá por estar nuestro país a mitad de camino entre el Río Grande del norte y el Río de la Plata, nuestro castellano tiene una cadencia bastante comprensible para casi todos los que viven en el ámbito de la lengua. A esta aparente neutralidad de nuestra variedad lingüística se debe tal vez ese lugar común que dice que hablamos el español más hermoso y correcto de América.
La política nos apasiona, como a los ciudadanos de cualquier parte del mundo, y también tenemos la ilusión de que la vida depende del cambio ritual de los gobernantes. Desde hace más de seis años nos gobierna un terrateniente antioqueño de baja estatura, ojos claros y buenos modales (aunque los pierde con facilidad cuando se enoja, y se enoja mucho).
Un requisito tácito para pertenecer a su gabinete es haber padecido secuestros o asesinatos a manos de la guerrilla. Muchos de sus ministros han tenido esa trágica experiencia, en la propia piel o en la de familiares y amigos muy cercanos. Eso los hace odiar, con razón, a las Farc, empezando por el primer mandatario, cuyo padre fue asesinado por esta banda de narcotraficantes que se hace pasar po guerrilla revolucionaria. Bueno, es ambas cosas, una guerrilla degradada a mafia que no deja por eso de ser a ratos una guerrilla con ideales rebasados por la historia. Uribe fue elegido por la mayoría de los colombianos para derrotar a ese grupo, las Farc, del cual el 95% de la población estaba harto. Lo ha logrado en parte, pero a costa de perdonar demasiado a los paramilitares y a costa de gastarse la mejor tajada del presupuesto en fortalecer al Ejército. Casi nadie, ni yo mismo, se opone a que derrote a la guerrilla. El problema es que al hacerlo se descuida lo más grave para nuestro desarrollo: la desigualdad y la miseria. Del 50% de la población pobre, de su condición inhumana, sale cada año apenas un porcentaje ínfimo, aunque constante. El agua sigue siendo impotable incluso en algunas de las regiones más lluviosas del mundo. No tenemos ni una sola autopista en todo el país. La educación pública es de muy mala calidad y no es universal.
La gente desplazada del campo por la guerra se hacina en las ciudades en condiciones de vivienda y de vida intolerables. El Presidente reza rosarios en público y no está muy interesado en el control de los nacimientos. Pero aquello para lo que fue elegido, aquello que prometió -derrotar a las Farc-, lo está cumpliendo, y por eso la mayor parte de la población lo apoya todavía con un fervor religioso.
Escribimos libros, hacemos unas cuantas películas al año, ganamos una o dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos, somos buenos escaladores en ciclismo y tenemos una selección de fútbol que teme mucho hacer goles. Tenemos dos o tres cantantes populares que el mundo adora, aunque a mí no me entusiasmen.
Nuestros tres escritores más grandes, en todos los sentidos de la palabra grande, viven en México (García Márquez, Mutis y Fernando Vallejo), como si el aire impuro del D.F. fuera fecundo para su prosa. Tenemos unos cuantos museos no muy buenos, pero de vez en cuando surgen grandes talentos aislados en la ciencia o en el arte. Somos unos 44 millones los que seguimos viviendo aquí, y otros 4 viven repartidos por el mundo, sobre todo en Venezuela, Europa y Estados Unidos.
El país es muy verde y su naturaleza no es nada pobre. Medellín, la ciudad en la que vivo, no es la peor de América Latina ni tampoco la más violenta, por mucho que en años anteriores haya sido la capital mundial de la mafia. Pasamos de 6.500 asesinatos al año a 650, y por eso nuestra tasa de homicidios es inferior a la de Caracas, a la de México e incluso a la de Washington.
No somos ni el infierno ni el paraíso. Somos un purgatorio que intenta arrancar almas de la perdición y aspira a seguir, aunque muy despacio, a un paso desesperantemente lento, el camino del progreso que otros llaman cielo.
Una revista mexicana les pidió a varios escritores del mundo que hicieran un breve retrato de su país. Héctor Abad Faciolince hizo uno sobre Colombia.
Colombia me parece un buen resumen del mundo. Una élite prevalentemente blanca en el color de la piel, que constituye un poco menos del 10% de la población total, que vive en los climas más fríos y ocupa las tierras más fértiles, es dueña del 80% de la riqueza general (las minas, la agricultura, el ganado, los bancos, las industrias) y controla el poder político.
Otro 40% de la población, un poco más oscura en su aspecto exterior, trabaja duramente, más que para llegar a ser élite, para no caer en la pobreza del otro 50% de la población, que vive en las tierras más cálidas y menos fértiles o en las partes más duras de las ciudades, que es negra, india, mulata o mestiza, y que nunca está del todo segura de poder comer o de tener agua limpia al día siguiente.
El primer mundo desarrollado (espejo de Europa, Estados Unidos y algunas partes del Lejano Oriente) está representado por esa élite de piel clara, que se aprovecha de las materias primas y de la mano de obra barata del resto del país. Viven bien, comen bien, estudian en los mejores centros, tienen excelentes hospitales y se mueren de viejos.
La clase media, los pequeños empleados, algunos obreros con buenos contratos, son el espejo de los países emergentes como México o Brasil. El 50% de los pobres que apenas sobreviven, se parecen a África, a las regiones y naciones más pobres de Oriente, y también, por supuesto, a la misma América Latina menos desarrollada.
Así es el mundo, y Colombia se parece mucho al mundo, en tamaño pequeño. Recorrer Colombia es una bonita experiencia sociológica: si uno empieza por el Norte, en el desierto de La Guajira, podrá visitar la mezquita de Maicao, comer quibbes como los del Líbano, ver mujeres de origen árabe con velo musulmán y hasta deleitarse al postre con las waclavas de miel y frutos secos. Si atraviesa las fértiles llanuras de Córdoba, Bolívar y Sucre, encontrará inmensos hatos de ganado Brahman, traído de la India hace más de un siglo, con sus morros henchidos de grasa y carne, y con la parsimonia envidiable de las vacas sagradas.
Si se trepa por la cordillera de los Andes encontrará valles alpinos con ganado Holstein o Jersey, como en Suiza, Inglaterra o Canadá, e incluso campesinos de ojos azules que ordeñan las vacas y hacen queso en las montañas de Antioquia. Si se hunde en las selvas del Chocó podrá sentirse en África de repente, con unos negros grandes y dulces que llevan la música por dentro y la pobreza por fuera, aunque con gran dignidad. Si se atreve a internarse en las selvas amazónicas, se sentirá en partes del Brasil, con ríos inmensos y parsimoniosos, árboles innumerables, calor intenso y bichos raros. Si va a los departamentos del Cauca y Nariño, en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, con indios que vienen de ramas remotas de la familia quechua, cuyo imperio se extendió hasta allí, pero que hablan lenguas locales que Evo Morales no entendería.
Y en este viaje imaginario encontrará también, por supuesto, aquello que se considera más típicamente colombiano: plátanos y yuca en tierra caliente, cafetales y pájaros en tierra templada, campos petroleros y minas de oro y carbón explotadas en general por inmensas transnacionales europeas o norteamericanas, plantaciones de mata de coca con mafiosos que matan por defender las rutas de su cocaína, guerrilleros salvajes que secuestran y extorsionan, paramilitares sanguinarios como nazis, un Ejército que no pocas veces comete crímenes tan horrendos como los de los grupos ilegales, y un Estado que, según se acerque o se aleje de las grandes capitales, es capaz de controlar o no el territorio de la nación.
¿Qué nos falta en esta rápida descripción geográfica del país? Dos largas costas, la del mar Caribe y la del océano Pacífico, entre delfines y playas coralinas, hasta tibias bahías escogidas por las ballenas que van y vienen de los polos para hacer ahí, en el centro de su recorrido, esos ruidosos y salvajes apareamientos que los humanos llaman el amor.
Algún puerto industrial, como Barranquilla, donde judíos y árabes conviven y compiten por el comercio; una ciudad de belleza legendaria, Cartagena de Indias, en donde el centro se parece a Andalucía y la periferia a Bangladesh; y por último el puerto más feo de todo el océano Pacífico, Buenaventura, en donde la ventura está siempre al borde de convertirse en desventura.
Colombia es también, como el mundo, un país de ciudades en el que la mayoría de la gente vive en humeantes conglomerados urbanos acromegálicos y no en el campo. Lo distinto estriba en que, a diferencia de la mayoría de los países de Hispanoamérica, la capital del país, Bogotá, no se roba la casi totalidad de la población urbana, sino que pululan las ciudades con más de un millón de habitantes: Medellín, Cali, Barranquilla, Pereira, Cartagena, Manizales. Salvo los puertos, la mayoría de estas ciudades (y por ende de la población del país) está en las cordilleras, en altos valles o en altísimos altiplanos.
El motivo es muy simple: el clima duro del trópico, la humedad y los insectos de las tierras bajas se soporta mucho mejor en la altitud de las montañas. Por eso tenemos un país muy extenso, pero al mismo tiempo muy densamente poblado en la cordillera y casi desierto en las llanuras y en las selvas. El 98% de los colombianos hablamos en castellano.
Las variedades de nuestro español dependen de si estamos cerca del mar, de cara al mundo, o aislados en las montañas, pero en general podría decirse que, quizá por estar nuestro país a mitad de camino entre el Río Grande del norte y el Río de la Plata, nuestro castellano tiene una cadencia bastante comprensible para casi todos los que viven en el ámbito de la lengua. A esta aparente neutralidad de nuestra variedad lingüística se debe tal vez ese lugar común que dice que hablamos el español más hermoso y correcto de América.
La política nos apasiona, como a los ciudadanos de cualquier parte del mundo, y también tenemos la ilusión de que la vida depende del cambio ritual de los gobernantes. Desde hace más de seis años nos gobierna un terrateniente antioqueño de baja estatura, ojos claros y buenos modales (aunque los pierde con facilidad cuando se enoja, y se enoja mucho).
Un requisito tácito para pertenecer a su gabinete es haber padecido secuestros o asesinatos a manos de la guerrilla. Muchos de sus ministros han tenido esa trágica experiencia, en la propia piel o en la de familiares y amigos muy cercanos. Eso los hace odiar, con razón, a las Farc, empezando por el primer mandatario, cuyo padre fue asesinado por esta banda de narcotraficantes que se hace pasar po guerrilla revolucionaria. Bueno, es ambas cosas, una guerrilla degradada a mafia que no deja por eso de ser a ratos una guerrilla con ideales rebasados por la historia. Uribe fue elegido por la mayoría de los colombianos para derrotar a ese grupo, las Farc, del cual el 95% de la población estaba harto. Lo ha logrado en parte, pero a costa de perdonar demasiado a los paramilitares y a costa de gastarse la mejor tajada del presupuesto en fortalecer al Ejército. Casi nadie, ni yo mismo, se opone a que derrote a la guerrilla. El problema es que al hacerlo se descuida lo más grave para nuestro desarrollo: la desigualdad y la miseria. Del 50% de la población pobre, de su condición inhumana, sale cada año apenas un porcentaje ínfimo, aunque constante. El agua sigue siendo impotable incluso en algunas de las regiones más lluviosas del mundo. No tenemos ni una sola autopista en todo el país. La educación pública es de muy mala calidad y no es universal.
La gente desplazada del campo por la guerra se hacina en las ciudades en condiciones de vivienda y de vida intolerables. El Presidente reza rosarios en público y no está muy interesado en el control de los nacimientos. Pero aquello para lo que fue elegido, aquello que prometió -derrotar a las Farc-, lo está cumpliendo, y por eso la mayor parte de la población lo apoya todavía con un fervor religioso.
Escribimos libros, hacemos unas cuantas películas al año, ganamos una o dos medallas de bronce en los Juegos Olímpicos, somos buenos escaladores en ciclismo y tenemos una selección de fútbol que teme mucho hacer goles. Tenemos dos o tres cantantes populares que el mundo adora, aunque a mí no me entusiasmen.
Nuestros tres escritores más grandes, en todos los sentidos de la palabra grande, viven en México (García Márquez, Mutis y Fernando Vallejo), como si el aire impuro del D.F. fuera fecundo para su prosa. Tenemos unos cuantos museos no muy buenos, pero de vez en cuando surgen grandes talentos aislados en la ciencia o en el arte. Somos unos 44 millones los que seguimos viviendo aquí, y otros 4 viven repartidos por el mundo, sobre todo en Venezuela, Europa y Estados Unidos.
El país es muy verde y su naturaleza no es nada pobre. Medellín, la ciudad en la que vivo, no es la peor de América Latina ni tampoco la más violenta, por mucho que en años anteriores haya sido la capital mundial de la mafia. Pasamos de 6.500 asesinatos al año a 650, y por eso nuestra tasa de homicidios es inferior a la de Caracas, a la de México e incluso a la de Washington.
No somos ni el infierno ni el paraíso. Somos un purgatorio que intenta arrancar almas de la perdición y aspira a seguir, aunque muy despacio, a un paso desesperantemente lento, el camino del progreso que otros llaman cielo.
Su celular lo puede salvar del paseo 'millonario'
Nuevo servicio por SMS le informa en su celular si el taxi que va a tomar es legal o no.
Bajo el nombre de Taxi 911 se lanzó en Colombia un nuevo servicio que les permite a los usuarios de taxis corroborar la legalidad del servicio que toman en la calle, y disminuir así el riesgo de convertirse en víctima del 'paseo millonario'.
La persona tan solo debe enviar un mensaje de texto (SMS) desde su celular al código 911 con el número de placa del vehículo, para recibir de vuelta, en pocos segundos, la confirmación de la existencia del carro como taxi legal y el tipo de vehículo asociado a la matrícula.
Igualmente, el sistema asocia el número celular del usuario con la placa del taxi, para que, en dado caso, las autoridades sepan en qué carro se moviliza la persona. También se activa una póliza de seguro que cubre salud y vida de la persona en caso de ser necesario.
En el sitio web de Taxi 911 (www.taxi-911.com) se explica que el servicio cuesta 383 pesos por cada mensaje, incluido el IVA. Por ahora cubre las siguientes ciudades y poblaciones: Bogotá, Cali, Medellín, Armenia, Pereira, Manizales, Bucaramanga, Sincelejo, Florencia, La Calera (Cundinamarca), La Estrella (Antioquia) y Caldas (Antioquia).
La compañía dice en su sitio web que la idea del servicio, que funciona con teléfonos de cualquier operador celular del país, es elevar la seguridad de la ciudadanía, disuadir a los delincuentes y alertar a las autoridades para controlar el delito.
Nerd
Procura ser bueno con los nerds, porque nunca sabes cuál de ellos puede ser el próximo Bill Gates
– proverbio nerd
– proverbio nerd
viernes, abril 17, 2009
jueves, abril 16, 2009
Los records Guiness sexuales
El libro de récords Guiness apunta miles de curiosidades y hechos que pueden dejar a más de uno con la boca abierta.
Entre ellos están algunos de los récords sexuales más increíbles, como son los siguientes:
Record de eyaculación
Para quienes dudaban de que las mujeres también pudieran eyacular, una fémina alcanzó nada menos que una distancia de tres metros de eyaculación. Nada que envidiar al género masculino…
Récord del hombre con más energía
Si bien muchos se jactan de ser inigualables en cuestiones de cama, posiblemente nadie supere el record del hombre que tuvo el mayor número de relaciones sexuales a lo largo de toda su vida: ¡52.000 en apenas 30 años!
Récord para el padre-niño
Aunque hace poco fue noticia que en Inglaterra un niño de apenas 13 años fue padre, en la zona de Sharnbrook se registra un record todavía menor. Su nombre es Sean Stewart y tenía sólo 12 años cuando en tuvo a su hijo en 1988.
Récord orgásmico
Dedicado a quienes ni siquiera pueden llegar al orgasmo al menos una vez, esta mujer logró acabar 138 veces en una hora. Una duda: ¿cómo se puede asegurar que no haya fingido ni uno?
Récord en tragar semen
Muchas no son devotas de este hábito o sólo hacen en contadas ocasiones para complacer a su pareja. Sin embargo Michelle Morga, en julio de 1991, logró tomar un litro. Según dicen -aunque pocos creen- se lo recomendó su nutricionista.
El hombre más eyaculador
Esta persona logró eyacular 16 veces en una noche, aunque no es ese el record. La proeza sexual es que lo hizo durante una hora, de corrido. Habría que averiguar de qué se alimentará este buen señor.
Entre ellos están algunos de los récords sexuales más increíbles, como son los siguientes:
Record de eyaculación
Para quienes dudaban de que las mujeres también pudieran eyacular, una fémina alcanzó nada menos que una distancia de tres metros de eyaculación. Nada que envidiar al género masculino…
Récord del hombre con más energía
Si bien muchos se jactan de ser inigualables en cuestiones de cama, posiblemente nadie supere el record del hombre que tuvo el mayor número de relaciones sexuales a lo largo de toda su vida: ¡52.000 en apenas 30 años!
Récord para el padre-niño
Aunque hace poco fue noticia que en Inglaterra un niño de apenas 13 años fue padre, en la zona de Sharnbrook se registra un record todavía menor. Su nombre es Sean Stewart y tenía sólo 12 años cuando en tuvo a su hijo en 1988.
Récord orgásmico
Dedicado a quienes ni siquiera pueden llegar al orgasmo al menos una vez, esta mujer logró acabar 138 veces en una hora. Una duda: ¿cómo se puede asegurar que no haya fingido ni uno?
Récord en tragar semen
Muchas no son devotas de este hábito o sólo hacen en contadas ocasiones para complacer a su pareja. Sin embargo Michelle Morga, en julio de 1991, logró tomar un litro. Según dicen -aunque pocos creen- se lo recomendó su nutricionista.
El hombre más eyaculador
Esta persona logró eyacular 16 veces en una noche, aunque no es ese el record. La proeza sexual es que lo hizo durante una hora, de corrido. Habría que averiguar de qué se alimentará este buen señor.
martes, abril 14, 2009
Descubre el Principio 90/10
Cambiará tu vida
(al menos la forma en como reaccionas a situaciones)
Cuál es este Principio?
El 10% de la vida
está relacionado con lo que te pasa.
…El restante 90% está determinado por lo forma en que reaccionas a eso que pasa…
Qué quiere decir esto?
Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede.
No podemos evitar que el automóvil se descomponga, que el avión se retrase, que nos sorprenda la lluvia, que un automovilista pueda obstaculizarnos en el tráfico.
…lo cual tirará por la borda todo nuestro plan…
No tenemos control de este 10%.
El otro 90% es diferente.
Solamente tú lo determinas.
Cómo?... Con tu reacción.
Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción.
No dejes que la gente se aproveche de ti.
Tú puedes controlar cómo reaccionas.
Usemos un ejemplo…
Estás desayunando con tu familia.
Tu hija tira una taza de café y salpica tu camisa de trabajo.
Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar.
Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tú maldices.
Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima.
Ella rompe a llorar.
Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar la taza
demasiado cerca de la orilla de la mesa.
Y sigue una batalla verbal.
Tú, vociferando, vas a cambiarte la camisa.
Cuando regresas, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y alistándose para irse la escuela.
Ella pierde el autobús.
Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo.
Tu te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela.
Debido a que tú ya estas atrasado, manejas 40 millas por hora en una avenida cuya velocidad máxima es de 30 millas por hora.
Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $500.000, llegas a la escuela.
Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós.
Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el portafolios.
Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor.
Ansías regresar a casa.
Cuando llegas a tu casa encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.
Por qué?
Todo fue debido a la manera en que reaccionaste esa mañana.
Por qué tuviste un mal día?
A) El café lo causó?
B) Tu hija lo causó?
C) El policía lo causó?
D) Tú lo causaste?
La respuesta es “D”
Ciertamente, tú no tenías control sobre lo que pasó con el café.
Fue la forma en cómo reaccionaste esos 5 segundos
lo que determinó el cauce de tu mal día.
Te presento lo que debió haber sucedido.
El café te salpica.
Tú hija está a punto de llorar.
Entonces tú gentilmente le dices:
“no te preocupes, cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez”.
Después de ponerte una camisa limpia y tomar tu portafolios, regresas al comedor, miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el Autobús escolar.
Ella voltea agradecida y te dice adiós con la mano.
Notas la diferencia?
Dos escenarios diferentes.
Ambos empezaron igual.
Ambos terminaron diferente.
Por qué?
Tú realmente no tienes control
sobre el 10% de lo que sucede en la vida.
El otro 90% fue determinado por tu reacción.
Estas son algunas formas de aplicar el Principio 90/10.
Si alguien te dice algo negativo acerca de ti,
no te lo tomes a pecho.
Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite.
No dejes que los comentarios negativos te afecten.
Reacciona apropiadamente y no arruinarás tu día.
Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido,
te puedes estresar, etc.
Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico?
(al menos la forma en como reaccionas a situaciones)
Cuál es este Principio?
El 10% de la vida
está relacionado con lo que te pasa.
…El restante 90% está determinado por lo forma en que reaccionas a eso que pasa…
Qué quiere decir esto?
Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede.
No podemos evitar que el automóvil se descomponga, que el avión se retrase, que nos sorprenda la lluvia, que un automovilista pueda obstaculizarnos en el tráfico.
…lo cual tirará por la borda todo nuestro plan…
No tenemos control de este 10%.
El otro 90% es diferente.
Solamente tú lo determinas.
Cómo?... Con tu reacción.
Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción.
No dejes que la gente se aproveche de ti.
Tú puedes controlar cómo reaccionas.
Usemos un ejemplo…
Estás desayunando con tu familia.
Tu hija tira una taza de café y salpica tu camisa de trabajo.
Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar.
Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tú maldices.
Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima.
Ella rompe a llorar.
Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar la taza
demasiado cerca de la orilla de la mesa.
Y sigue una batalla verbal.
Tú, vociferando, vas a cambiarte la camisa.
Cuando regresas, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y alistándose para irse la escuela.
Ella pierde el autobús.
Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo.
Tu te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela.
Debido a que tú ya estas atrasado, manejas 40 millas por hora en una avenida cuya velocidad máxima es de 30 millas por hora.
Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $500.000, llegas a la escuela.
Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós.
Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el portafolios.
Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor.
Ansías regresar a casa.
Cuando llegas a tu casa encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.
Por qué?
Todo fue debido a la manera en que reaccionaste esa mañana.
Por qué tuviste un mal día?
A) El café lo causó?
B) Tu hija lo causó?
C) El policía lo causó?
D) Tú lo causaste?
La respuesta es “D”
Ciertamente, tú no tenías control sobre lo que pasó con el café.
Fue la forma en cómo reaccionaste esos 5 segundos
lo que determinó el cauce de tu mal día.
Te presento lo que debió haber sucedido.
El café te salpica.
Tú hija está a punto de llorar.
Entonces tú gentilmente le dices:
“no te preocupes, cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez”.
Después de ponerte una camisa limpia y tomar tu portafolios, regresas al comedor, miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el Autobús escolar.
Ella voltea agradecida y te dice adiós con la mano.
Notas la diferencia?
Dos escenarios diferentes.
Ambos empezaron igual.
Ambos terminaron diferente.
Por qué?
Tú realmente no tienes control
sobre el 10% de lo que sucede en la vida.
El otro 90% fue determinado por tu reacción.
Estas son algunas formas de aplicar el Principio 90/10.
Si alguien te dice algo negativo acerca de ti,
no te lo tomes a pecho.
Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite.
No dejes que los comentarios negativos te afecten.
Reacciona apropiadamente y no arruinarás tu día.
Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido,
te puedes estresar, etc.
Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico?
Pierdes tu carácter?
Golpeas sobre el volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante),
Maldices? Te sube la presión?
A quién le preocupa que llegues 10 segundos tarde al trabajo?
Por qué dejar que los automóviles te arruinen el viaje?
Recuerda el Principio 90/10
y no te preocupes de eso.
Tú has dicho que perdiste el empleo.
Por qué perder el sueño y ponerte enojado?
No funcionará.
Usa el tiempo y la energía que inviertes en tu preocupación para encontrar otro trabajo.
El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día.
Por qué manifestar frustración con el empleado de la aerolínea?
Él no tiene control sobre lo que está pasando.
Usa tu tiempo para estudiar, conocer a otros pasajeros, por qué estresarse?
Eso hará que las cosas se pongan peor.
Ahora ya conoces el Principio 90/10.
Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados.
No perderás nada si lo intentas.
El Principio 90/10 es increíble.
Muy pocos lo conocen y aplican este principio.
El resultado?
…Tú lo comprobarás!!
Millones de personas están sufriendo de un estrés que no vale la pena,
sufrimientos, problemas y dolores de cabeza.
Todos podemos entender y debemos aplicar el
Principio 90/10.
Puede cambiar tu vida!
…Disfrútala...
Lo único que hace falta es voluntad
para darnos el permiso de vivir la experiencia.
Todo, absolutamente todo lo que damos, hacemos, decimos, o aún,
todo lo que pensamos, es un Boomerang. Regresa a nosotros...
Si queremos recibir, aprendamos primero a dar...
Tal vez nos quedemos con las manos vacías,
pero nuestro corazón estará lleno de amor...
Y quienes aman la vida,
tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón …
Autor: Stephen Covey
lunes, abril 13, 2009
Has asumido 100 x 100 % responsabilidad por tu vida ?
W. Clement Stone el gran autor
y motivador le pregunto a uno de sus alumnos
Has asumido 100 x 100 % responsabilidad por tu vida ?
Pienso que si... - Respondió su alumno quien ya era una
Persona exitosa.
Esta es una pregunta que se responde si o no
- Replico firme Stone- O has asumido responsabilidad
por tu vida o no ?.
Bueno...- Contesto el alumno dudando -
... Si, si la he asumido.
Siguio Stone - Culpas a otros por alguna de las cosas
que te pasan en tu vida ? Te quejas de algo ?.
Si creo .... Algunas veces - Dijo el alumno -
Crees o si o no ? - Pregunto de nuevo Stone
Si, algunas veces - Replico el alumno.
Bueno - Continuo Stone - Eso significa entonces ,
que no has asumido 100% x 100% la responsabilidad de tu vida.
Asumir la responsabilidad significa que ser conciente de que de una manera u otra tu creas o promueves o permites todo lo que te ocurre en tu vida , de cada una de las experiencias.
Si realmente quieres ser exitoso y se que en un nivel ya lo eres .
Tienes que dejar de culpar a los demás Y asumir responsabilidad total por tu vida.
De todos tus éxitos y de todos tus fracasos De lo que funciona y lo que no funciona, De cada uno de los resultados de tu vida.
Ese es el prerrequisito para lograr una vida de grandes logros Tu podrás crear el futuro que te mereces
Cuando reconozcas como has manejado cada parte de tu pasado Y de tu presente .
Así dejaras de Recrear lo que tienes ahora Y podrás saber mas claramente como
crear lo que tu quieres.
Cada vez que culpas , te quejas, reniegas, resientes estas derrochando tu poder
personal y esa es la fuerza que te llevara a lo mejor de ti
Feliz semana.
P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas.
Notarás la diferencia.
y motivador le pregunto a uno de sus alumnos
Has asumido 100 x 100 % responsabilidad por tu vida ?
Pienso que si... - Respondió su alumno quien ya era una
Persona exitosa.
Esta es una pregunta que se responde si o no
- Replico firme Stone- O has asumido responsabilidad
por tu vida o no ?.
Bueno...- Contesto el alumno dudando -
... Si, si la he asumido.
Siguio Stone - Culpas a otros por alguna de las cosas
que te pasan en tu vida ? Te quejas de algo ?.
Si creo .... Algunas veces - Dijo el alumno -
Crees o si o no ? - Pregunto de nuevo Stone
Si, algunas veces - Replico el alumno.
Bueno - Continuo Stone - Eso significa entonces ,
que no has asumido 100% x 100% la responsabilidad de tu vida.
Asumir la responsabilidad significa que ser conciente de que de una manera u otra tu creas o promueves o permites todo lo que te ocurre en tu vida , de cada una de las experiencias.
Si realmente quieres ser exitoso y se que en un nivel ya lo eres .
Tienes que dejar de culpar a los demás Y asumir responsabilidad total por tu vida.
De todos tus éxitos y de todos tus fracasos De lo que funciona y lo que no funciona, De cada uno de los resultados de tu vida.
Ese es el prerrequisito para lograr una vida de grandes logros Tu podrás crear el futuro que te mereces
Cuando reconozcas como has manejado cada parte de tu pasado Y de tu presente .
Así dejaras de Recrear lo que tienes ahora Y podrás saber mas claramente como
crear lo que tu quieres.
Cada vez que culpas , te quejas, reniegas, resientes estas derrochando tu poder
personal y esa es la fuerza que te llevara a lo mejor de ti
Feliz semana.
P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones positivas.
Notarás la diferencia.
domingo, abril 12, 2009
viernes, abril 10, 2009
martes, abril 07, 2009
lunes, abril 06, 2009
domingo, abril 05, 2009
El Zapato
Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al profesor:Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.
Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre.
Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre. Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.
Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvióa mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie.
La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos delágrimas.
Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubierashecho una broma? El joven respondió:Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré.
Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.
jueves, abril 02, 2009
La Excusa Perfecta !!!
Están un hombre y una mujer en la cama, cuando de pronto suena el teléfono, la mujer atiende y dice:
-¿Sí?...Está bien...No te preocupes...De acuerdo, okay, adiós.
El hombre le pregunta quién era, y la mujer le responde:
-¿Sí?...Está bien...No te preocupes...De acuerdo, okay, adiós.
El hombre le pregunta quién era, y la mujer le responde:
- Era mi esposo; dice que llegará tarde porque está cenando contigo
miércoles, abril 01, 2009
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