1) No cumplir las promesas o no llevar a cabo lo que se dice hará que el equipo no efectúe sus obligaciones.

2) El no ser claro con las metas y el cómo hacerlo. Tener un objetivo claro y asignar un rol a cada miembro es fundamental a la hora de establecer un plan de trabajo.

3) La poca creatividad y la falta de pasión por lo que se hace son síntomas de un jefe aburrido.

4) Tener la razón en todo y creer que la verdad le pertenece es una trampa mortal que ahuyenta a sus empleados.

5) No ser realista e idealizar metas desmotiva a los demás.

6) No ser cercano y poco amigable. Aunque no tenga empatía es necesario hacer el esfuerzo.

7) Celebrar únicamente el logro personal y no festejar los esfuerzos y los resultados de los demás estancará el progreso del equipo. Es mejor preocuparse y alegrarse por los suyos.