jueves, julio 17, 2008

EL AGENTE SUIZO 008


La paz en Colombia no se alcanza fácil. No solo por la intransigencia estalinista de la guerrilla. Hay otro ingrediente poco visible: los agentes internacionales, humanitarios o de espionaje (llamados modernamente de “inteligencia estratégica”) a quienes su trabajo se orienta a ganancias políticas para sus superiores o a ganancias personales para sus cuentas bancarias. O para ambos.

Hace diez años los agentes del Estado Alemán, en aquella época gobernado por al partido democristiano, preparó desde su cancillería a los agentes Mauss (Micaela y su marido) quienes además gozaban de la confianza de la Conferencia Episcopal alemana. Estos agentes llegaron vía del pago de rescates al ELN, por el secuestro de altos funcionarios de empresas germanas con asiento en el país.

Fue tal la yunta entre esta guerrilla y los esposos Mauss que su casa en Alemania sirvió de albergue al “comandante” Antonio García, organizaron el foro de Maguncia que no sirvió para nada y se dice que los Mauss administran los fondos internacionales por secuestro y extorsión del ELN.

Otra muestra denigrante de estos sujetos de la internacional humanitaria provino de la ONU. Se llamó James Lemoyne. Este pavo real anduvo por el Caguán y fue el último en desocupar la zona de despeje, pues estuvo adherido a las Farc como una garrapata fina de estirpe Holstein. Lemoyne fue un viajero impenitente que llevaba y traía razones de las Farc e interfirió las actividades del gobierno de Pastrana en materia de paz. Quiso someter al gobierno colombiano a su estrategia pro guerrillera, todo en nombre de la ONU, cuyo Secretario General le creía más al sujeto de marras que a nuestro Canciller y al Consejero de Paz.

Lo que acaba de ocurrir con el agente suizo descubierto, quien además anduvo con el diplomático francés Sáez, el “honorable” Jean Pierre Henri Gontard, es imperdonable, pues actuaba bajo las banderas de Suiza y Francia, con lo cual garantizaba su inmunidad para entrar al Palacio de Nariño o al campamento de Raúl Reyes en el Ecuador. Sin respeto y sin pudor este aventurero se expresó del Presidente Uribe como “un vaquero fascista”, según los correos descubiertos en el computador del guerrillero muerto, mientras en Bogotá le hacía venias al gobernante.

Gontard se transformó en un asesor de las Farc quien además de aportarles información y fórmulas políticas, era un maletero financiero que transportó dineros de origen criminal confiados y consignados por la guerrilla. Sus servicios a las Farc se extienden al traslado y ubicación de los familiares de jefes guerrilleros, Reyes y Simón Trinidad, a territorio francés y a la mediación o intento de mediación en un secuestro realizado por la alianza de las Farc con la banda de Los Calvos. Entremezclados los roles, el agente europeo trabajaba para conectar el canciller francés con las Farc bajo la banderita del “acuerdo humanitario”. Y claro, sus contactos también alcanzaron al Eln.

Su iniciación en las artes de mediador sacrificado y desinteresado las hizo en la Cruz Roja Internacional para luego devenir en un profesional de la intriga y del transporte de dineros mal habidos. ¿Cómo podemos los colombianos avanzar hacia nuestros objetivos de paz, incluyendo a las guerrillas, si esta clase de tránsfugas globalizados solo les interesa el flete?

Jaime Jaramillo Panesso
Abogado antioqueño. Su trabajo político comenzó cuando, en 1974, llegó a la Cámara de Representantes. Luego, entre los años 1995 y 1998, trabajó como asesor de Paz y Cultura de la Gobernación de Cundinamarca. Ahora, preside la Comisión Facilitadora de Paz de Antioquia, la cual fundó.

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